miércoles, 19 de octubre de 2011

Estupiobjetos inquietantes (II)

Me ha costado decidir cual sería el siguiente objeto lo suficientemente estúpido como para hablar de el en un blog sin sentirme idem.
Lo he encontrado.
El arte abstracto sufrirá mi ira hasta el fin de sus días. Desde pequeñito, y este es un hecho que probablemente también os suceda, he pensado que yo mismo podía hacer cuadros mucho mejores que este.


El arte abstracto, a mi humilde parecer, es cojer unas cuantas brochas y junto a otro genio de la pintura como tú, sentirte jedi por unos instantes lanzando chorros de pintura a tu enemigo. Todos esto en un círculo cerrado por lienzos vacios, y con muchos litros de pintura salpicada en ellos, es la base del arte abstracto.                                             
Pero no solo los cuadros de arte abstracto me indignan profundamente. ¿ Qué hacemos indignadonos por nuestro sistema político y económico, teniendo todas esas esculturas abstractas por las calles. Son FEAS, ocupan espacio en el ecosistema urbano, nadie las entiende aunque todos los turistas hagan fotos de ellas, cosa que francamente no alcanzo a comprender, porque tú admiras el David de Miguel Ángel y puedes decir, ¡oh, que gran perfección anátomica y gran púlido de marmol!, pero con las esculturas abstractas, el comentario sería algo como, ¡oh, que gran tumor le emerge al garbanzo amorfo color manzana golden. Y eso señores no es ARTE, sino cagaderos de palomas.
Ante la impotencia de la ciudadanía en este tema solo podemos abogar por el entrenamiento encubierto de palomas cagaderas y perseguir con cagadas a cualquier persona que compre una escultura de estas para nuestras ciudades. ¡HE DICHO!

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